Por qué los gráficos de las XBSX y las PS5 ya no nos alucinan:

 Hablemos de polígonos y de la ley de los rendimientos decrecientes.


¿Cuantos más polígonos mejor? No necesariamente

Puede que os suene el nombre de Adam Smith, considerado como "padre del capitalismo" y al que por ejemplo mencionan repetidamente en la célebre película de 'Una mente maravillosa'. Este economista escocés sentó las bases de la economía moderna, y uno de los conceptos con los que trabajó fue la ley de los rendimientos decrecientes.




La teoría fue manejada por diversos economistas del siglo XVIII y aunque está muy centrada en el campo de la producción, es también extensible a otros muchos campos. Entre ellos, cómo no, el de los videojuegos.  De hecho es algo que hemos experimentado a lo largo de toda la evolución de las consolas: el salto de la PS1 a la PS2 fue alucinante. El de la PS2 a la PS3 un poco menos. El de la PS3 a la PS4 un poco menos aún. El problema para muchos es que el salto de la PS4 a la PS5 no parece ser perceptible a nivel visual.


Hoy es muy difícil lograr que Lara Croft sea más realista.

En ExtremeTech también hablaban de ello y se quejaban de cómo los gráficos que esperaban de la nueva generación de consolas no eran para tanto. Ojo: no hablamos de las PS5 o las Xbox Series X: se quejaban de la Xbox One y de la PS4.


De hecho hacían una interesante representación gráfica con lo que había pasado con el célebre personaje de Lara Croft, uno de los que permite comprobar visualmente cómo el salto de la protagonista de los primeros juegos a la que hemos visto en las últimas entregas es alucinante. El problema es que el salto entre las últimas entregas ya apenas asombra, y solo ver la evolución completa demuestra lo mucho que hemos avanzado (y lo poco que podíamos ganar respecto a las últimas versiones).

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